jueves, 14 de agosto de 2014

Bollywood, por fin hindú en San Sebastián

Cuñadaaaa, que no puede ser que hayas desatendido este sitio. Hay que ver tener que venir yo para ir a probarlo!!!

Pues sí, el restaurante Bollywood es el primer restaurante Indio (que yo sepa) que abren en San Sebastián. Además en un sitio tan céntrico como el Boulevard. Así que es de probar!!



Ya hemos comentado otros hindúes (y más que se comentarán). En general los hindúes suelen ser relativamente parecidos, le pasa como a los japoneses o los chinos, supongo que son la versión occidentalizada de una serie de platos de su país y es lo que suelen ofrecernos. Pero claro, de la misma manera no todos los sitios ponen las mismas cosas igual, o de la misma calidad, y ahí es donde tenemos que elegir cual nos gusta más.

El Bollywood dentro de los que he conocido es bastante "normal", en el sentido de una carta absolutamente clásica para lo que es un Hindú, sin sorpresas (especialmente para quien no haya probado nunca), y por lo que hemos podido ver bastante bien hecho todo, así que merece la pena!! En la carta está marcado el nivel de picante (una de las reticencias típicas para ir a un Hindú) de cada plato, y aunque no se nos dio el caso con lo que pedimos estoy seguro de que como en otros sitios se puede pedir el mismo plato con o sin picante, así que no hay excusa!!


Para empezar y como en muchos de los hindúes de la Commonwealth, el papadum lo sirven sin preguntar y gratis, aunque suele ser muy barato, buen punto. Viene con tres salsas de las que el camarero te indica que la tercera (la superior) es picante, y mucho. Eso sí, está buenísima como suele pasar, así que como no me importa yo me la comí, pero no es obligatorio. Las otras dos, chutney de mango (abajo), y salsa de yogur con pepino y especias (dentro) típicas y buenísimas las dos, también mezcladas,


Pakora vegetal, también hay de pollo, y creo que cordero e incluso algún pescado. Son fritos con una harina de garbanzo, muy buenos y aquí estaban muy bien hechos,


Esto que parece un salchichón es a lo que en los hindúes llaman kebab, curiosamente. Es en este caso carne de cordero sazonada con especias y hecha en el horno tandoori. También suele haber de pollo y algún otro. Muy bueno y aquí bastante jugoso, en otros lugares que lo hemos probado era más especiado aún y más seco (que no peor, sólo diferente),


Para acompañar a los platos suele estar bien pedir nan y/o arroz, y ahora lo explicamos. Aquí el nan de queso... qué decir cuñada, buenísisisimo, estaba realmente bien hecho. Dan ganas de comprarse un horno tandoori para hacer en casa, jaja,


Y el plato, pallak paneer. Y esta es la razón de pedir arroz o nan. Los platos hindúes suelen ser alguna de las múltiples salsas que manejan con algo dentro, pollo, cordero, pescado, o sólo verduras, el caso es que la salsa siempre predomina y aunque está muy bueno como no es una sopa es complicado comerlo. ¿Qué se hace? Pues utilizar el nan para comerlo, o mezclarle arroz, así es mucho más manejable además de que según el plato con arroz de hecho gana aún más. En este caso era de verdura, una salsa de espinacas con un queso blando hindú (buenísimo por cierto), pero en la carta también hay pollo pallak por ejemplo, y lo mismo ocurre con otras salsas. Este en particular era muy muy bueno (y eso que tenía espinacas, jaja), una salsa con muchas especias incluyendo aunque no predominando el curry y perfecto con el pan pero estoy seguro de que con arroz hubiese quedado igual de bien o mejor, buenísimo y muy cuidado,




Así que cuñada, sólo fuimos pensando en una cena suave, pero de repetir y probar mucho más. Me parece un sitio más que recomendable. La cuenta engaña porque siendo cena pedimos relativamente poco, pero vamos digamos que siendo "precio de San Sebastián" no es caro, así que bastante bien. Tienes que probar!! Y sin miedo al picante hindú, jaja.

domingo, 10 de agosto de 2014

Los tomates de balcón

Cuñaoooo,  que ya que este blog se llama "Cuñao qué has comido hoy?" creo que es de justicia que hagamos una reseña a los tomates que hemos comido hoy....

A pesar de lo que ha llovido por Donosti todos estos meses, las pérdidas de cosechas por todos lados... va tu suegra, es decir, mi madre y tiene un cosechón de tomates que lo flipas.

Ahí la tienes, con un balcón estrecho donde los haya, en el que cabe tiesto y una persona,  nada más... es alucinante la hilera de tomates que tiene este año !!! y qué buenos, por favor... así, simplemente cortados en gajos y con un poquito de sal... uhmmm !! manjar de los dioses !!!! 





Fin de semana en Bilbao

Cuñaoooo... ya he vuelto de un nutritivo fin de semana en el Botxo.

Empiezo por el principio: es agosto, hace calor y en Bilbao hay muchos comercios y bares cerrados por vacaciones.  Me alegra ver que ya no se queda desértico total como hace años, pero si que es verdad que se nota y la oferta se reduce durante este mes.  Ten en cuenta que la semana que viene celebrarán su "aste nagusia" y se están preparando para ello.

También te puedo decir que he visto mucho movimiento, muchos locales en obras de todo tipo. Llevaba unos meses sin ir y he visto novedades....

Pero bueno, vamos con lo que hemos hecho.
Esta vez para el desayuno no hemos ido persiguiendo el bollo de mantequilla más famoso ni el más de moda, si no que nos hemos conformado con lo que teníamos cerca y hay un bar, que aunque es modernete, suelo ir bastante porque me gusta y tenían bollo.  Es el bar de la Alhondiga: el Hola Bar.
Es bar, aunque alguna vez he ido a por el menú del día.  Es un poco extraño, porque está todo junto, la gente que come, los del aperitivo y las mesas altas para las cañas... pero vaya... total para desayunar, tampoco nos lo íbamos a pensar mucho, estaba practicamente vacío y estuvimos agusto.
El desayuno consistió en bollo de mantequilla, zumo natural y café.  Bien, sobretodo el zumo, grandote como a mí me gusta.  Por criticar algo, estaba demasiado templado y con el calor que ya hacía... no sé, enfriar el vaso o guardar las naranjas de zumo en la cámara hubiera bastado.


El sábado que queríamos comer en terraza, nos decantamos por el Zubiburu.  Está en el muelle de Marzana. Es un sitio, con terraza superagradable.  Las vistas son estupendas, con el mercado reformado y la iglesia de San Antón.  Es un restaurantes de los de cerveza y pollo, pero tienen más variedad, así que cayeron una tempura de veduras (deliciosa), unas alitas de pollo con salsa barbacoa, genialmente pringosas, unas albóndigas con patatas y unas salchichas Thate que son de quitar el hipo (artesanales).  
La sensación es super agradable, el servicio es amable en su justa medida y muy eficaces (a veces esto me emociona) y la comida es totalmente casera. 


Un descubrimiento: bares con pintxos a 1 euro.  Vamos, ideal de la muerrte!! Ya era hora que huyéramos del horror del "pintxopote" y se tomen en serio regenerar el poteo.
Me imagino que el negocio está en los vinos, que en los dos bares que estuvimos, la carta era muy generosa en procedencias y tipos.  Un hurra, vamos!  que la ronda de 6 pintxos, 2 zuritos y 1 caña sale a 10 €.

Los bares eran:
Las Cepas en Ajuriaguerra 22 (abando)
El servicio super amable y muy profesional, como te digo con carta de vinos, creo que muy buena.
La barra generosa de variedad y cada pintxo a 1 euro.



El otro, "el figón" en Obispo Orueta 1, en el antiguo local del "amor de madre" local que estuvo de moda unos años, y la crisis y su declive le hizo desaparecer.
El concepto es el mismo que el de las cepas. Pintxos y zurito a 1 euro, muchos vinos diferentes y raciones con muy buena pinta. También vimos a una camarera hacer cócteles.... creo que recomendable.


.... y como ya sabes... para cenar mola lo oriental.
En este caso el Mao en Ibáñez de Bilbao 11.  Este es un "bueno, bonito y barato", ya habíamos estado más veces, pero no nos importó nada repetir.  Hemos visto que han abierto varios japoneses, pero los precios de iban de madre, así que nos decantamos por este.
Cayó un dimsum, unos sushis: shake que es un uramaki con salmón, aguacate, pepino y queso, un Ebi que es un uramaki de langostino en tempura con pepino y aguacate.  El consabido pato pekin y unos tallarines teppanyaki.  Fue muy gracioso como después de ponernos como boas, la camarera nos vendió un postre que no pudimos rechazar: mochi.  Un pastelito de pasta de arroz glutinoso, que me suena que ya habíamos probado antes.  Pero nos dijo que era casero y nos lo zampamos en un santiamén.
Todo regado con José Pariente (viejo amigo) salió a 20 por cabeza. Ideal!


Ya ves.... finde muy interesante (gracias Mece!!)